Salto Grande
Jorge Cafrune
Siguiendo la correntada,
de mi destino salteño,
el Alto Uruguay me empuja,
desde el obraje a tus tierras.
Mi vida fue una jangá,
que se perdió en tus ojeras,
no puede volverse al Norte,
porque el río no da vuelta.
Uruguay, tu río, verde espejo niebla,
que te vas con mi amargo andar sin huella.
Uruguay, llévame hasta mi salteña,
no dejes que el Salto Grande,
lave mi sangre en tu arena.
Yo vivo entre dos infiernos,
penando la vida entera,
en changas de jangadero,
no tiene más que una senda.
Si no he de volver a verte,
prefiero hundirme en la selva,
que el peor infierno es la muerte,
de no tenerte salteña.
Uruguay, cuando regrese a la selva, iraí,
donde florece la pena,
llevaré una copla naranjera,
que en los ojazos del río,
fue madurando mi ausencia.
Como un surco, y a flor de agua,
va mi canción jangadera,
bordeando los naranjales,
mojados de luna llena.
La luna se entrega al rio,
como un azar que se quema,
y muere en el Salto Grande,
deshecha en lluvias de estrellas.
Uruguay, cuando regrese a la selva,
volverá río abajo con mi ausencia,
mi canción luce flor azar de pena,
muriendo en el Salto Grande,
deshecha en lluvias de estrellas.
Mi canción luce flor azar de pena,
muriendo en el Salto Grande,
deshecha en lluvias de estrellas.
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