Mi nombre es Raúl Apaza. Soy salteño, oriundo de Iruya. Hermoso pueblito enclavado entre magnificas montañas. Mi canto y las notas de mi guitarra se escuchan a lo largo de kilómetros, gracias al mágico eco.
Mi proyecto comenzó a los 15 años, cuando cantaba para los jubilados de la zafra ¿Mi paga?, un riquísimo plato de arroz con pollo y una “Crush”.
Siendo mocito, sentí la necesidad de trabajar y salí de mi querido pueblo en busca de nuevos horizontes. Legué a Jujuy, donde trabajé muy duro para poder comer, fueron momentos difíciles que me ayudaron a madurar y a valorar lo poco que uno tiene.
En mi juventud, ingresé a la Armada Argentina; fue un logro impresionante, pero las vueltas que da la vida hicieron que abandonara mi primer sueño.
Dios sabe por qué decide las cosas. Gracias a este golpe de la vida y a mis pagos tuve la oportunidad de conocer a una DESCONOCIDA, una hermosa persona que me acompaña hace 25 años y que me regaló mis tres maravillosos hijos, Pablo, Martín y Facundo. Humildes como ella, pero con un talento extraordinario para la música. Ellos fueron los artífices de mi sueño; sueño que se inició al traérmelos la CIGÜEÑA.
La DESCONOCIDA, que colmó mi vida de alegrías, y la CIGÜEÑA, que me regaló lo más maravilloso que un ser humano podría tener, me inspiraron para poder trasladar mis emociones a unos versos que se convirtieron en dos de mis canciones que suenan en nuestro 2º CD. Lo más emocionante de esas letras es que son genuinas, es nuestra vida, una vida que nos obsequió Dios y al que le estamos profundamente agradecidos.
Gracias a estas vueltas de la vida formé mi grupo en el año 2000, con mis pequeños hijos. A través del tiempo, ellos fueron creciendo y del mismo modo su talento musical.
Desde hace 13 años recorremos el país, transmitiendo nuestro amor a nuestras raíces folklóricas a lo largo de 5000 km. Nos presentamos en Chubut, La Pampa, Córdoba, Santa Fe, Salta y Jujuy. Numerosos escenarios de la República Argentina fueron testigos de nuestra pasión por la música. Tratamos de contagiar al público de alegría… la recompensa: su aplauso y cariño.
En la actualidad, “El Chango Coplero” está integrado normalmente por:
- Facundo Apaza, salteño, mi hijo menor, 17 años. Bajista y violinista.
- Diego Martin Apaza, salteño, 22 años. Bandoneonista.
- Pablo Javier Apaza, salteño, 24 años. Director musical, primera guitarra, violinista y, por sobre todo, mi mano derecha.
- Mariano Valor, cordobés, 23 años. Guitarrista y segunda voz.
- Mario, cordobés, 50 años. Guitarrista.
- Darío Perafan, cordobés, 40 años. Bombista.
- Carmencita, mi esposa, asesora de vestuario.
Nuestras grabaciones se realizaron en la ciudad de Salta en el estudio “El Barco” junto a nuestro entrañable amigo el ingeniero Pedro Alurralde, quien fue uno de los principales pilares en la concreción de este sueño. Tanto nuestro primer Cd “Milagro Salteño”, como nuestro segundo CD “De Iruya Soy”, fueron gestados bajo la atenta mirada de nuestro amigo y sus grandes consejos.
El 2º CD está compuesto en su mayoría por canciones inéditas, nacidas en el seno de la familia y fruto de nuestras vivencias.
La indumentaria que llevamos es netamente de mi Salta querida. El traje blanco es el auténtico vestido de gala salteño que usaba Don Martín Miguel de Güemes, quien derramó su sangre para proteger nuestras fronteras, y en honor a él, el poncho que llevamos sobre nuestros hombros.
El recorrer todos los años, más de 10.000 km a lo largo de todo el territorio Argentino, nos llevó a cosechar innumerables amigos quienes siempre nos reciben con las puertas abiertas, colaborando con nuestros propósitos, y nos miman con un rico asado. Entre ellos, la familia Urbano, Ruíz, Picato, Ferreyra y Apaza.
Y nuestro eterno agradecimiento a todas aquellas personas que nos alientan a seguir adelante y nos enseñan a “compartir lo que tenemos y no lo que nos sobra”.
A través de mi canto, a todos les digo ¡GRACIAS!