Dulce agonía
Los izquierdos de la cueva
Nos besamos sin decir adiós
Y en un momento,
El otoño deshojo la flor,
Fuego y silencio,
Atrás quedaba el mismo sentimiento.
En el cielo del primer amor,
Tal vez llovía,
Pero siempre regresaba el sol
Lleno de vida,
Sobre tu pelo perfumaba el día.
La distancia sola se quedó
Deshabitada
Y el sendero que antes cobijó
Nuestras miradas
Lleva el lucero que ilumina mi alma.
La vida es tiempo que se va
Camino, sueño, realidad,
Lo que se fue y lo que vendrá,
Destino incierto,
En cada historia en cada pensamiento.
El invierno de la soledad
Tembló de frío,
Cuando ya no se cruzaron más
Nuestros caminos,
Sembró tristezas cosechando olvidos.
Y otra luna se miró en el mar
De los suspiros
Y otra lagrima de arena y sal
Desde el roció,
Sobre las huellas de un amor perdido.
Y aunque todo se termina al fin,
Hoy todavía
El recuerdo no te deja ir,
Dulce agonía,
Cantan las rosas lloran las espinas.
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